La exministra de Asuntos Internos y Comunicaciones de Japón, Sanae Takaichi, enfrenta nuevas denuncias por presuntos actos de corrupción durante su gestión ministerial. Investigaciones periodísticas revelaron irregularidades en la adjudicación de contratos públicos a empresas vinculadas con allegados de la política conservadora, quien hasta hace semanas era considerada una posible sucesora del primer ministro Fumio Kishida.
Según los documentos obtenidos, varias compañías que recibieron contratos sin licitación habrían realizado donaciones a organizaciones políticas relacionadas con Takaichi. La oposición japonesa ha exigido la formación de una comisión investigadora especial en la Dieta para examinar los presuntos vínculos entre las adjudicaciones y el financiamiento político.
Takaichi, quien renunció a su cartera ministerial el mes pasado por “razones personales”, ha negado categóricamente cualquier irregularidad a través de su abogado. Este escándalo se produce en un momento de creciente descontento público con la clase política japonesa, ya afectada por varios casos de financiamiento opaco en los últimos años.
Fuente: Jorge Yañez
